Hola queridos amigos, como dice el titulo cumplimos un añito con nuestras hijas.
Os cuento como ha sido este primer año. Los primeros meses fueron dificiles para los cuatro, más para nosotros que para ellas.Los dos primeros meses estuvieron en casa para crear una rutina, y fuimos enseñandoles cosas, y nosotros aprendiendo tambien mucho. Poco a poco se fue creando un vinculo, algo maravilloso, con mucho cariño, besos,amor, aprendiendo juegos, canciones, y todas las cosas de la vida diaria.Normas, rutina y firmeza, algo imprescindible para su tranquilidad.
Recuerdo que los primeros meses nos costaba mucho que se durmieran, querian seguir jugando y que estuviesemos pendientes de ellas, como si tuviesen miedo a no vernos si se dormian, ahora duermen del tirón unas 11 horas.
Nuestra hija mayor, Ana, en muy poco tiempo aprendio a dominar el español, algo asombroso, lo adquirió muy rápido. En cuanto al ruso, no se bien si lo olvido muy rápido o hizo que lo habia olvidado, no se si me entendeis. Tiene muy buen caracter, es muy sociable y cariñosa. Recordamos el momento en el que nos conocimos como el mejor dia de nuestra vida, cuando la vimos con su traje rojo y sus coletas, tan preciosa y lo bien que lo pasabamos en la casita donde ella vivia con sus amiguitos en Ucrania, cuando jugamos al pilla-pilla y le llamabamos Ana Banana porque se comia todos los platanos. A veces me pregunta que porque no fuimos a buscarla antes y le digo que nos hubiese gustado, pero que teniamos que hacer muchos documentos que tardaban mucho para que pudiese venir con nosotros a España.Le decimos mucho que siempre va a estar con nosotros.
En cuanto a la adaptación escolar, en tres meses se pusó a la altura de sus compañeros.
Nuestra pequeñaja, Marina, es un trastillo, tiene 3 años y 9 meses,con mucho carácter y muy cariñosa, va a clases de psicomotricidad y logopedia, el avance es mayor en psicomotricidad que en el habla donde progresa más lentamente.
Le encanta el colegio y quiere mucho a sus amiguitos y a su profesora, que nos dice que respeta las normas y es muy obediente, aunque muerde a unos dos niños por semana en el patio del cole, esperamos que se le quite cuando mejore el habla.
Recordamos con nostalgia a todos los niños que conocimos en Ucrania, los amiguitos de nuestras hijas y a los que Ana echaba de menos al principio, los primeros meses.
Me siento agradecida y afortunada por los dos tesoros que tenemos y no dejo de acordarme de las parejas que volvieron destrozadas y machacadas, me entristece muchisimo, es muy injusto y no deberia de pasar.
Pienso que este primer año ha sido muy intenso y lo más importante es que nuestras hijas son felices, saben lo que es una familia, un hogar, sus abuelos, sus tios, primos se desviven con ellas.
Todavia nos queda mucho por andar, somos conscientes de que llegaron con una mochila a sus espaldas, pero para eso estamos nosotros para ayudarles a que superen y se enfrenten a todos sus miedos y para allanarles el camino.
Os mando un abrazo a todos los que estais en el mismo camino que nosotros, educando ( tarea nada fácil) y disfrutando de nuestros hijos.
Muchos besos.
